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A través del aprendizaje que me han traído los años en el área de Capital Humano y Desarrollo de Personal he llegado a la conclusión que el gran secreto para lograr el Éxito Personal es que exista una alineación entre lo que las personas piensan, lo que sienten, lo que se dicen a sí mismas(diálogo interno) , su forma de actuar y los resultados que obtienen en sus vidas.

Siempre me ha apasionado el poder de la mente y el funcionamiento del cerebro y cómo esto afecta en nuestras decisiones y en la calidad de vida que obtenemos.

Lo más interesante, y que de paso resulta paradójico, es que todas las personas buscan un cambio: ser mejores personas, tener un mejor trabajo, tener estabilidad emocional, mejorar sus relaciones interpersonales, tener paz y armonía en sus vidas, etc… pero pocas son las que toman acción para que esto suceda. Mucho menos son las persisten hasta lograr el cambio deseado.

¿Por qué si quiero un cambio… no hago nada al respecto... o peor aún, me encuentro haciendo totalmente lo contrario a mi deseo?.

Primero que nada hay que tomar en cuenta que nuestra mente muchas veces nos engaña, hoy quiero una cosa, mañana quiero otra y esta falta de claridad sobre lo que quiero lograr hace que vaya navegando en la vida como un velero sin rumbo, llendo de aquí para allá, siempre con el firme deseo de que cuando logre tal o cual cosa seré felíz, obtendré esa paz que necesito, tendré tiempo para pasarlo con la familia, disfrutaré a mis seres queridos, haré ejercicio … y así pasan los años con el deseo en mente, pero sin la fuerza requerida que da tener una claridad de hacia donde quiero dirigir mi barco, yo soy quien maneja el timón de mi barco y a pesar de los peligros que pueda representar el mar, mi brújula interna me guía hacia donde debo girar y en qué momento.

Es por ello que primero que nada hay que partir de tener claro ¿qué es lo que quiero hacer?, ¿qué me gusta hacer? , ¿cuáles son las habilidades con las que cuento? siendo este trinomio : lo que quiero hacer + lo que me gusta + mis habilidades, lo que da como resultado la primera alineación personal.

Esto comienza a complicarse cuando no tengo claro lo que quiero hacer con mi vida, luego de algún esfuerzo y enfoque, puedo lograr tener claro lo que quiero , pero no sé realmente si eso me gusta, me he creído que si hago eso que me gusta me voy a morir de hambre y peor aún, las habilidades con las que cuento y que he desarrollado no siento que sean suficientes, hay una sensación de que me falta preparación, pero no me doy el tiempo para desarrollarlas o paso la mayor parte de mi tiempo quejándome por todo lo que no sé hacer que pierdo de vista todo lo que sí se hacer, sobretodo cuando quiero ver mis habilidades a través de la aprobación de otros, y ahí es cuando me pierdo en una confusión interna, dudando de mis capacidades y tal vez culpando a otros de lo que me acontece.

Todo esta primer etapa sucede en la mente, y luego aparece un factor importante que pocas veces se le ha dado el crédito que merece: la emoción.

Hay muchas creencias que desvalorizan el poder que las emociones tienen en nuestra vida, tan es así que pocas veces nos tomamos un tiempo para preguntarnos… ¿qué estoy sintiendo con esto que me pasa?... ya que lo primero que hacemos es reaccionar ante esta emoción.

Por ejemplo si alguien me grita, de inmediato grito, si alguien me ofende, busco como defenderme, todos estos son mecanismos que surgen en forma automática, luego cuando actuamos desde la emoción, puede aparecer la culpa, el remordimiento por haber dicho o hecho tal cosa y caemos en el juego de “no sé que me pasó” que en muchas ocasiones provoca conflictos tanto internos como externos.

De acuerdo a una entrevista realizada el Dr Mario Puig , Profesor en Harvard Medical School, donde imparte clases de liderazgo, creatividad y  gestión del estrés. Es uno de los mayores referentes europeos en el área de neurociencia y alto rendimiento comenta:

"Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro". 
Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%. Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.-El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona. 
Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente. Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. 
Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. 
El mayor potencial es la conciencia. Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.


 Según el Doctor Puig, as emociones alteran hormonas, que la negatividad eleva el cortisol en sangre, y si éste aparece de forma constante resulta lesivo para el las células cerebrales, el sistema cardiovascular y el inmunológico; mientras que las emociones positivas liberan otras hormonas diferentes como la dopamina o la serotonina, que producen el efecto contrario.

La propuesta para lograr la Alineación Personal es tomar consciencia de lo que pienso, lo que este pensamiento me hace sentir (emociones que aparecen), la creencia que hay detrás de este pensamiento (pensamiento raíz), la forma en cómo actúo y los resultados que obtengo.

Lo que pasa en milésimas de segundo , puede verse bajo este modelo, para hacernos conscientes de nuestras acciones y así poder conocernos mejor : 





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